Dr. Enrique B. del Castillo
viernes, 13 de diciembre de 2013
viernes, 29 de noviembre de 2013
jueves, 8 de agosto de 2013
Biografía
por Celia Codeseira del Castillo*
"Cuando
en el año 1942, se inauguró en el Hospital Rivadavia la primera aula de
Endocrinología del país, se iniciaba una nueva etapa en la Historia de la Medicina Argentina.
Fue dirigida por el Dr. Enrique
Benjamín del Castillo durante veinticinco años. Funcionó en la Sala XVI donde asistieron
médicos de todo el país y de Sudamérica para formarse como especialistas. Esos cursos para graduados fueron
patrocinados muchas veces por la Asociación Médica Argentina y la Sociedad de
Endocrinología y Metabolismo.
¿Qué
antecedentes tenía el Dr. del Castillo,
autor del proyecto y creador de un espacio hospitalario para la
enseñanza y el aprendizaje de la Endocrinología?
Desde
1915 había ejercido como practicante en el Instituto Jenner y en los hospitales
Ramos Mejía, Parmenio Piñeiro y Torcuato de Alvear. Obtuvo su título en la Universidad de Buenos
Aires, en 1921, y a partir de ese
momento fue requerido por un maestro de la medicina, el profesor Tiburcio Padilla.
Entre
1922 y 1933 actuó como médico agregado en el Hospital Alvear y como médico
agregado y médico interno en las Salas X y XIV en el Hospital de Clínicas. Simultáneamente fue encargado de la Sección
Endocrinología Ginecológica de la Cátedra de Clínica a cargo del profesor Julio
Iribarne. Algunos años después, nombrado por la Sociedad de Beneficencia se hizo
cargo del aula que organizó en el Rivadavia.
Pensaba que el hospital era una cátedra prodigiosa… ¡y no se equivocaba!
Para
describir su personalidad bastan pocas palabras: trabajo, pensamiento, acción,
inquietud y honestidad científica. Era
un estudioso incansable y esa virtud la transmitió a sus discípulos. Uno de ellos, el Dr.
Virgilio Foglia lo describió así: “En los pasillos del viejo Instituto de
Fisiología …acostumbraba a cruzarme con alguien que luego terminó por serme familiar. De estatura mediana,
ligeramente encorvado, con anteojos que escondían unos ojos vivaces e
inquisidores, vestido con un delantal gris entreabierto, manchado de sangre, y
a la vez sosteniendo una rata blanca en las manos. Lo vi
así durante muchos años. Tiempo
después lo hacía acompañado por un número de jóvenes cada vez más elevado”.
El Instituto de Fisiología de la Facultad de
Ciencias Médicas creado en 1919, funcionaba donde hoy está la Facultad de
Ciencias Económicas. Allí desde 1930 y paralelamente con su labor
hospitalaria, fue alumno y colaborador
del fundador de la Endocrinología argentina, el doctor Bernardo Houssay[1].
Junto a él adquirió una sólida base de fisiología moderna, que hizo posible que
en el campo de la Endocrinología se llegara a un nivel tan elevado que se lo puede
considerar a del Castillo como uno de los pioneros de la Endocrinología en
Sudamérica. Profesaba una gran devoción
por su maestro y dirigido por él se transformó en formador de discípulos. Uno de ellos, el Dr.
Cúllen, los recordaba así: “Pertenecer a la escuela de del Castillo era un
galardón que llevamos y llevaremos con honor todos los que fuimos sus
discípulos”:[2]
El
doctor Bernardo Houssay dijo de él: “Puede afirmarse que fue el principal
fundador de la Endocrinología Clínica especializada y con orientación
científica seria y progresista en la Argentina.
A su lado iniciaron su carrera la mayor parte de los endocrinólogos de
la Argentina, que luego se han destacado y formado escuela”.
Fue el caso de Argonz, de la Balze,
de Majo, Oñativia, Cúllen, Trabucco, Jáuregui, Alberto Houssay, Reforzo
Membrives, Alzugaray, Delbue, Gambín, Galli Mainini, Staffieri, y Quirno.
“La
actividad de del Castillo quedó plasmada en numerosas investigaciones de las
que se destacan: las bases del urocitograma en estudios hechos con Galli
Mainini, Argonz, Staffieri y Leoncini; la descripción de los síndromes de del
Castillo, Trabucco y de la Balze[3]; y
así como los debidos a sus discípulos: síndrome de Trabucco y Oñativia, y la
reacción de Galli Mainini para la determinación del embarazo.”[4]
Sus
estudios experimentales sobre endocrinología le valieron ser designado miembro
correspondiente de la Sociedad de Biología de París, de la de Gerontología y
del Bocio en los Estados Unidos de América, de la Academia de Ciencias de Nueva
York, de las Sociedades de Endocrinología de España, Portugal, Estados Unidos
de América, Perú, Uruguay y Chile.
Fue
elegido vicepresidente de la Asociación Médica Argentina, cargo para el que fue
reelegido por dos períodos más y en el que volcó su espíritu renovador. En 1961
fue nombrado miembro honorario de la misma.
En
la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo[5] se
analizaban nuevos casos y metodologías más exactas, se discutía
científicamente. Del Castillo fue miembro fundador y su primer presidente. Los objetivos de la
institución era propender al estudio y adelanto de la Endocrinología y
metabolismo en todos sus aspectos, publicar trabajos científicos[6],
crear y fomentar vínculos intelectuales y culturales con sociedades similares
del país y del extranjero, realizar
reuniones científicas y congresos. Del Castillo afirmaba que el profesor
Houssay había insistido siempre sobre las relaciones entre las glándulas
endocrinas y el metabolismo. Por eso cuando se eligió el nombre de esa institución decidió que debía
llevar esos dos conceptos.
Ejerció
la presidencia de la Sociedad desde que se fundó en 1939 y durante diez años. Junto con el Dr. Houssay
fueron sus únicos presidentes honorarios
en ese entonces. Con motivo de celebrarse el trigésimo aniversario de la
Sociedad, del Castillo disertó sobre los primeros años de la misma, cuando
funcionaba en una pequeña habitación del Hospital de Clínicas, del ingreso a la
Asociación Médica Argentina y de la
publicación oficial de la Revista Argentina de Endocrinología y Metabolismo.”
* "El Dr. Enrique B. del Castillo pionero de la Endocrinología argentina". En: Actas de las XIV Jornadas de Historia del Pensamiento Científico Argentino. Buenos Aires, FEPAI (Fundación para el Estudio del Pensamiento Argentino e Iberoamericano), 2010.
* "El Dr. Enrique B. del Castillo pionero de la Endocrinología argentina". En: Actas de las XIV Jornadas de Historia del Pensamiento Científico Argentino. Buenos Aires, FEPAI (Fundación para el Estudio del Pensamiento Argentino e Iberoamericano), 2010.
[1] El Dr. Bernardo A. Houssay
obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1947 por sus aportes al conocimiento de
los procesos metabólicos de los carbohidratos en el organismo humano y su relación
con la hipófisis.
[3] En 1947 los doctores del
Castillo, Trabucco y de la Balze describen el síndrome en que la azoospermia se
asociaba con tubulus de menor tamaño, con ausencia de línea germinal y sertoli
normal. Describen que era una causa congénita
y que podía deberse a la falta de irrigación de los genocitos del
embrión. Los sujetos afectados son
estériles y tienen los testículos pequeños. Síndrome Argonz-del Castillo: se
caracteriza por la presencia de galactorrea y amenorrea. Suele ser consecuencia
de transtornos diencefálicos.
[4] Milanino, A.E., Álvarez,
Graciela C., y Agüero, Abel Luis. “150 años de Medicina en la Argentina
(1950-2000) Análisis histórico y sus perspectivas futuras” en Revista del Hospital Ramos Mejía. Edición
electrónica, vol. XI, nº 2, 2006. http:www.ramosmejia.org.ar.
[5] Fundada el 6-8-1941.
[6] Durante el XIIº Congreso
de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (2001) se resolvió dar
apoyo a la publicación del libro “Homenaje a los grandes maestros de la
Endocrinología” y entre los quince seleccionados figura del Castillo.
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